La relación entre estrellas y Ser siempre me ha fascinado. Las estrellas son tan distantes y nuestros ser tan cercano.Podría uno decir que yo estoy más estrellas estás por ahi.lejos, distantes y exquisitas.Mas es natural que hombre se creyese en sus principios fascinado y brujo a su vez de las estrellas. Más que pequeño es un hombre comparado con una estrella. la Bibilia proclama a Yahvé Dios como Creador de las estrellas y de todo el universo. Su grandiosidad llena la creación.También lo proclama Señor del Ser y Señor del Sábado.Su cercanía e inmediatez son tremendas más su gloria distante es sobrecogedora. Yo soy y apenas puedo aceptar que soy. Estoy acostumbrado a ser una miniatura fracturada en pedazos. Un pobre enclenque que usa mulets para caminar en su mente.Lo inmediato y atomizado me nubla y aun así en enfurezco por pequeñas sospechas. tengo que usar el argumento ontológico de San Anselmo de Canterbury y a Sto Tomás de Aquino para pensar un poco en como un Señor tan Supremo le puede interesar un minusválido como yo.Más es así. Uno se llena de una presencia a veces que es obviamente allende la imaginación y la misma conciencia.Es uno mismo más es Alguien con uno también. Las preocupaciones caen como pedazos de plomo al suelo. A ser barridos en mañana por una empleada.. Cesan de existir.Es la prueba por patología humana de la existencia de un Ser Supremo.
Es como si un fenómeno de "gating deficit" o portonazo fuese regulado para dar un fenomeno de gracia y beatitud. Es como si tomase uno una pastilla mágica y se transportase a un lugar supremo y para siempre seguro.Algunos alucinógenos pueden producir algo similar, más no el sentimiento de absoluta seguridad y conciencia beatitud que lo caracteriza.
Creo firmememnte que los abórigenos del mundo en sus sociedades alucinatorias podian con adecuadas combinaciones y rituales de horas y horas llegar a ello. Creo que el yogui también lo hace. A igual que el santo en su arrobamiento y éxtasis.
La estatua de Xochipilli, el Señor Dios Principe de las Flores denota esto: ese extasis, ese arrobamiento.
El mundo precolombino no era extraño a la presencia de un verdadero Dios.Esos arrobamientos son curativos. Hay que investigar cuan curativos son los alucinógenos que tomaban también. Cuanto servían para quitar las paranois, las sospechas, los resentimientos y tantos otros elementos mórbidos de la vida moderna.
De las Estrellas y del Ser es una buena ocasión de pensar que ese jardían del paraiso del aborigen es y era real.
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