sábado, 9 de julio de 2011

El Hombre en Fragmentos

Podría cuestionarse la ausencia de ética de un millieu cuyo eje teológico está relegado a las Iglesias institucionalizadas y su8s mensajes corresponjdientes. No parece ser ser parte de la idiosincricai del siglo. Esto no es extrañar pues los hechos de la relvancia están reducidos a los hechos de la compra y la venta y sus valores acompañantes. La reduccion del eje teológico del pensamiento hacia una ceniza popular ha conllevado la generación del hombre areligioso y afilosófico.La producción masiva del salvaje y su marco ahistórico nos dice desde un principio que entramos en el tunel más equivocado de los que eran disponibles. La actulidad parece proliferar la mente que carece de la calidad y rasgo de un futuro. En vez se caracteriza por una fragmentación de la etiología humana dentro de un presente que carece de continuidad óntica.
La relacion entre ciencia y conciencia es pues rota para dar lugar a una tecnología en que poco parece existir el eje humano.A diferencia un siglo teológico siempre formula la pregunta de la existencia de real en vez de tomar lo real como un hecho que no ha de ser cuestionado. Tales son las tecnologías de hoy en día adonde lo real es el dato empírico generado y no la tendencia  y orientación de su aplicación.

Ese análisis sin futuro de un algo através de un chunche,resulta más peligroso que una guerra mundial.. El futuro parece ser un ya y no  ese  ya  que ha de llevarse en un periodo más distante a cabo. Falta el análisis de las consecuencias humanas y para con los recursos planetarias.. Entonces se proliferan chunches y las relaciones  de estos en términos de su capacidad de ser comprados y ser vendidos.Ello genera un tiempo humano fragmentado en su dimensión futura y atomizado en su dimensión presente.Lo cual engendra al hombre que camina como un muñeco  en pedazos , algunos de los cuales le hacen falta. Consecuentemente el chunche sirve para justificar la ausencia del hombre.Y esto repite el cículo vicioso de incurrir mayor dependencia sobre la fragmentación hasta que una relación bíonica con el chunche se llega a establecer.Siguiendo este camino se lograría eventualmente depender tanto del chunche que el hombre comienza a desaparecer. El hombre lograría crear su propia extincción através de su fragmentación y suplicio.
Los modelos materialistas de la compra y de la venta son precisamente esos. Son milleus  que carecen del hombre teológico.Una civilización teologica y por ende teocéntrica no carece del tiempo en que la pregunta de lo real es formulada como pregunta exitencial y necesidad de redención. Son tiempos en que las flores del pensamiento dan ese perfume de la eternidad.Son siglos hediondos en felicidad ontológica y espiritual. Nuestra humanidad no debe olvidarlos ante la terrible invasión del chunche biónico como hecho de asesoría existencial.

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